domingo, 11 de octubre de 2015

BIZCOCHO DE LIMÓN



Hoy venimos con una receta dulce.
Un bizcocho sencillo, delicioso, con un sabor intenso; ideal para animar un poco esos ánimos que en estos días de otoño a veces tiende un poco a decaer. Una receta perfecta para esas tardes grises como hoy en las que ya no da pereza encender el horno.
Vamos a ello…

Ingredientes:
4 huevos
1 yogur natural (si queréis acentuar todavía más el sabor lo podéis poner de limón)
2 yogures de azúcar
Zumo de 1 limón
1 yogur de aceite
3 yogures de harina
1 sobre de levadura

Preparación:
En un bol ponemos la harina junto con la levadura y un pellizco de sal. Mezclamos bien y reservamos.

Thermomix:
Ponemos los huevos con el azúcar en el vaso y programamos 3 minutos, 37º velocidad 3 ½. Pasado este tiempo, volvemos a programar mismo tiempo y velocidad pero sin temperatura.
A continuación incorporamos el aceite y el zumo de limón. Mezclamos a velocidad 4 durante unos segundos.
Por último añadimos la harina y la levadura, 6 segundos velocidad 4.
Vertemos la mezcla en un molde engrasado y espolvoreado con azúcar y metemos en el horno precalentado a 180º durante 40 minutos aproximadamente.



Tradicional:
Batimos los huevos junto con el azúcar hasta que consigamos una mezcla espumosa y blanquecina.
A continuación incorporamos el aceite y el zumo de limón.
Removemos hasta que estén bien integrados con los huevos.
Por último, añadimos la harina con la levadura y aquí removemos lo justo para que quede una mezcla homogénea y que no se bajen los huevos para que el bizcocho quede bien esponjoso.

Finalmente, vertemos en un molde e introducimos en el horno.  

Buen provecho!!
        

martes, 8 de septiembre de 2015

SALMOREJO


Hoy traemos una receta imprescindible en verano. Uno más de los placeres de esta estación que tanto nos gusta disfrutar y de la que ya nos está dando pena despedirnos.
Es una crema muy fácil de hacer, muy sana y muy completa. A mí me gusta tomarla muy fría, acompañada con huevo duro, trocitos de jamón y pan tostado o, como en este caso, unos picos.
Si además tenéis la suerte como yo que,  de vez en cuando, lleguen a vuestra cocina unos buenos tomates directos de la huerta, el plato gana mucho en sabor y textura. Nada que ver unos buenos tomates recién cortados de la mata, con los que podemos adquirir en cualquier supermercado.
El salmorejo se  suele servir como primer plato, pero también lo podemos servir como aperitivo, como entrante o hasta si me apuras, dependiendo del tamaño de la ración, como plato único.
Vamos ya con la receta:
Ingredientes:
150 de aceite de oliva virgen extra
4 huevos duros
Jamón ibérico
1 diente de ajo
1 kg de tomates rojos maduros
1 cucharadita de sal
150 gr de miga de pan blanco (del día anterior)
25 gr de vinagre de Jerez (aunque la receta original cordobesa no lleva pero a mí me gusta ponerle)

Preparación:
Colocamos una jarra sobre la tapa de la Thermomix y pesamos el aceite. Reservamos.
Ponemos los huevos duros en el vaso partidos en cuartos y los troceamos durante 2 segundos, velocidad 4. Retiramos del vaso y reservamos en un bol.
A continuación, ponemos el jamón en el vaso y damos 4 o 5 golpes de turbo. Comprobamos el tamaño y, si nos gusta  más picadito, damos algún golpe más de turbo. Retiramos del vaso y reservamos.
Sin lavar el vaso, ponemos el ajo, los tomates cortados en cuartos y la sal. Programamos 30 segundos, velocidad 5.
Añadimos el pan y el vinagre y programamos 30 segundos, velocidad 5. Seguidamente volvemos a programar 2 minutos más a velocidad 10.
Ponemos la máquina en marcha, velocidad 5 sin tiempo y, sin quitar el cubilete del bocal, vamos vertiendo poco a poco el aceite sobre la tapa del vaso, hasta que terminemos de incorporarlo.

Reservamos el salmorejo en el frigorífico hasta el momento de servir.

Antes de llevarlo a la mesa, adornamos la superficie con el jamón y los huevos picados.
Servimos muy frío y… a disfrutarlo!

lunes, 23 de marzo de 2015

REPÁPALOS EXTREMEÑOS





Los repápalos dulces es un plato extremeño, típico de Semana Santa, aunque también se suelen comer en verano con la leche bien fría.
Esta receta me trae muy buenos recuerdos. Me remonta a mi infancia, cuando mi madre los hacía y los tomábamos casi siempre para cenar (entonces no nos preocupábamos tanto por la dieta) 
Este postre me evoca también muchos recuerdos de las temporadas que pasaba mi abuela en casa, esas abuelas que deberían ser eternas…
Sabores únicos de una repostería casera que hacían nuestras abuelas y madres con pocos ingredientes, económicos y de lo más apetecibles.

Los ingredientes que vamos a necesitar:

100 g de pan rallado
6 cucharadas de azúcar
2 huevos
1 l de leche entera
½ cucharadita de levadura
1 cucharadita de canela
Cáscara de limón
1 palo de canela
Aceite para freír (en una receta extremeña, el aceite no puede ser otro: AOVE)

Preparación:

En una cazuela ponemos a cocer a fuego suave la leche, con la cáscara de limón, el palo de canela y 4 cucharadas de azúcar (podemos añadir o quitar según gusto)

Aparte, en un bol batimos los huevos con el resto del azúcar, el pan rallado, la levadura y la cucharadita de canela. Tiene que quedar una masa homogénea pero no demasiado compacta (yo le añadí un poco de la leche hasta obtener la consistencia deseada)

Calentamos aceite en una sartén y freímos una cáscara de limón para suavizar el sabor del aceite. Retiramos la cáscara y vamos incorporando con una cucharita pequeña montoncitos de masa. Freímos hasta obtener un color dorado. Una vez fritos, los escurrimos  en un papel absorbente.


                                         
Retiramos la cáscara de limón y el palo de canela de la cazuela y añadimos los  repápalos a la leche. Cocemos a fuego suave durante unos 20 minutos aproximadamente para que queden bien blanditos.

Volcamos en un recipiente con cuidado de que  no se nos rompan, espolvoreamos con canela al gusto y dejamos enfriar en la nevera un mínimo de 2 horas.